Marina Jiménez nació en Málaga en una barriada llamada Churriana.
Ha crecido escuchando a su padre un gran aficionado al cante flamenco y una gran figura como cantaor en Málaga. Ha tenido la mejor escuela en casa y eso la ha ayudado mucho a convertirse en lo que hoy es.
Ha tenido el placer de tocar en muchos sitios, tanto en el teatro Echegaray de Málaga acompañando a grandes músicos de su tierra, como en muchísimos restaurantes y salas como la Terraza del Maruja Limón en Torremolinos.
La primera vez que se subió a un escenario fue en el teatro Falla de Cádiz, algo que recordará siempre puesto que desde ese día supo que no querría bajarse jamás de ahi arriba.