Silvia Ramos nace en Huelva. Poeta y narradora, se licenció en Psicología por la Universidad
Ramón Llull de Barcelona. Master en Teoría psicoanalítica por la Universidad Complutense de
Madrid y Master en dirección de Recursos Humanos y Organización por ESIC. Actualmente
desarrolla su actividad profesional en coaching ejecutivo y como psicóloga clínica-psicoanalista.
Publica en 2018 su primer libro Poemas de la medianoche, presentado en el Café Comercial de
Madrid. La difusión de su poesía se inicia a través de diversos espacios: recitales, tertulias
literarias, como La Tertulia Literaria Hispanoamericana Rafael Montesinos y la Tertulia literaria del
Café Gijón, revistas y periódicos digitales nacionales e internacionales, radio, festivales de poesía
nacionales e internacionales y feria del libro de Madrid. Parte de su poesía ha sido traducida al
italiano. Presenta su segundo libro de poemas “Ceniza y Luz” en mayo de 2023 en el Café
Comercial de Madrid.
SOBRE CENIZA Y LUZ
Ceniza y Luz, es un viaje hacia la luz desde un punto de partida de silencio y sombra, un poemario en el que subyace un permanente acto de reinventarse en la certeza de un renacer. Se presenta Ceniza, su primera parte, con una introducción, un poema en prosa, Silencio, que viene a ser una declaración de principios, un punto de partida que se desarrollará durante toda esa primera parte: Hay un silencio oculto que transita el ser. Un silencio plagado de palabras, de ilusiones forjadas con lágrimas secas. Hay un silencio para ser nombrado en legítima defensa del dolor. Sigue esta Ceniza, con poemas de especial sutileza y serena sentimentalidad que van cuajando en una exposición ordenada, en un tránsito hacia la segunda parte, titulada precisa y acertadamente Pasaje, donde en Creí que la oscuridad había cesado;/ fue un espejismo se ve a la poetaincapaz de huir porque Mi fuerza ha emigrado huyendo de la fiebre,/ y un cuchillo dibuja/ un corazón inflamado /en la línea de la vida. Llega la última etapa, Luz, donde la poeta, tras la travesía, va a encontrar de nuevo una senda alentadora, aunque no por eso exenta de dificultades, para continuar el tránsico vital: Reposo en el frío del trance,/ los poros tiemblan/ y de la esfinge nace/ otro ser porque habrá una madrugada de estrellas/ sobre un balcón de nácar:/ tú y yo./ Invencibles por el tiempo.
Y se ilumina el camino, se libera la desolación, se construye un nuevo edificio encima de los cimientos del recuerdo. Sobre la ceniza que fue, la poeta mira, reflexiona y describe una nueva luz que llena de gozo a su llegada: El amor se cuela por las rendijas,/ salta como una chispa/ dibujando flores en los senos.
Los versos finales están llenos de luminosidad y belleza, de fuerza y color: Hay ojos sumergidos con los párpados abiertos,/ aguas más cristalinas sin confusos reflejos./ La silueta parece definida, /no hay sombras ni duda:/ eres tú soy yo,/ caminantes sobre las olas y el recorrido poético llega a su fin con una exposición reflexiva (Sabes) tal vez dubitativa pero indeleblemente marcada por una firme esperanza. (Del prólogo de Miguel Ángel Yusta)