Arturo Tendero nació en Albacete en 1961 y reside en Chinchilla. Estudió Periodismo y Teatro, y durante más de treinta años ha sido profesor de Educación Física. Como poeta ha publicado Una senda de aldeas cotidianas (1991), Las aves sin dueño (2000), Adelántate a toda despedida (2005), La memoria del visionario (2006), Cosas que apenas pasan (2008), Alguien queda (2013) y El otro ser (2018). En este género ha obtenido, entre otros galardones, los premios Jaén, Gerardo Diego, Manuel Alcántara y José Agustín Goytisolo. Además ha publicado libros de relatos y de artículos periodísticos y ha estrenado varias obras teatrales. Ejerce la crítica literaria en InfoLibre, La Tribuna de Albacete y el blog El mundanal ruido. Cofundó la revista La siesta del lobo, de la que han aparecido veinte números y que ha publicado también medio centenar de libros. Organiza las jornadas Poesía Viva en las primaveras de Albacete. Fue alcalde de Chinchilla en 2013.  http://aarturotendero.blogspot.com/

EL PRINCIPIO DEL VUELO (SINOPSIS)

El principio es la primera manifestación de algo. También su explicación. El principio del vuelo es el momento de separarse de la tierra para empezar a depender del aire. Pero también es el conjunto de fenómenos que te hacen despegar y sostenerte. En poesía, cuando un poema consigue hacerte vibrar, se dice que tiene vuelo. Yo aprendí mucho de poesía gracias a mi amigo Antonio Cabrera, que además de poeta, era ornitólogo anillador. Miraba con sus prismáticos, reconocía en la distancia el ave y dictaminaba. Sabía mucho de vuelos de pájaros y de poemas. En su honor he reunido una serie de vuelos cotidianos ―o de afanes de vuelo― y los he puesto aquí juntos a piar, graznar y lo que sepan. Dicen que Juan de la Cruz era tan buen observador que advirtió que el vuelo de la paloma tiene tres fases. No se puede ser poeta sin saber volar, aunque sea con el espíritu, aunque no logres mejorar lo que hizo Ícaro.