Las ciudades, además de cemento y acero, están construidas también con materiales intangibles como los recuerdos y las emociones de quienes las habitan. Los lugares elegidos se presentan como territorios de tránsito, con personajes que viajan o que permanecen pero que de un modo u otro se transforman en la interacción con el espacio.
Cada uno de los cuentos es un fragmento de vida donde las experiencias y los deseos señalan en el mapa de la memoria espacios que quizá ya no existen, si es que acaso existieron alguna vez. Los protagonistas de los relatos son, de alguna manera, transeúntes en alguna ciudad. Y Max es el personaje metamórfico que habita en todas. Presente en cada relato con una identidad diferente, nos muestra las aristas, las dobleces y la impostura del ser humano.
Club Marina, formado por profesores y escritores, tiene su origen en la relación personal y profesional entre sus componentes. Inicia su actividad literaria a finales de los años noventa en cafés de Barcelona como el Salambó, con encuentros periódicos de comentario y tertulia sobre lecturas compartidas. En los últimos años ha incorporado también la escritura como actividad de grupo. De este modo nacieron los nueve relatos que componen Los días lábiles (Stonberg Editorial, 2016) y, ahora, Lo demás son ciudades.