Nació en Gandía en 1965. Narrador, guionista, actor y crítico de cine. Su primer libro publicado se llama “Henry Miller en el metro”, de la editorial Polibea, una sucesión de relatos que transcurrían en el café Comercial y en el barrio de Malasaña, escritos junto a Javier Azcue, historias que surgieron durante los veinticuatro años que trabajó en ese local y sus contactos con escritores como Leopoldo María Panero, Rafael Sánchez Ferlosio, Francisco Umbral, Luis Landero, Jose Luis Sampedro, Arturo Pérez Reverte, Tomás Segovia, Rafael Soler. Tiene un libro de viajes llamado “Muzungu”, un viaje a Burundi que realizó con su hermano Santiago, siguiendo los rastros de su padre que viajó a esa zona hace sesenta años. Ha sido crítico de cine para una revista digital llamada spaincinematografic.com. Actualmente colabora con la revista digital Fronterad cuyo director es Alfonso Armada, y ha escrito tres guiones cinematográficos llamados “Hojas de la mañana”, “La senda de los payasos” y “Bolseros”. “Donde termina la lluvia” es su segundo libro.
SINOPSIS “DONDE TERMINA LA LLUVIA”. (Elaborado por Javier Azcue).
En su trayecto a una tierra imaginaria, dueña de susurros de historias en el viento, de memorias heridas, y de anheladas lluvias, Juantxu “¡escribe!” sobre sus recuerdos, que como los de todos, son cantos a un pasado reformulado por el inconsciente lírico de la nostalgia. En este pequeño, gran canto a una tierra olvidada en el recuerdo, y reconstruida para la ocasión, hay mucha tierra, tierra que se te mete en la garganta y te oprime la laringe, mientras buscas pistas de un asunto que solo te puede aclarar la lluvia. Su árida memoria, nos lleva hasta Almazara, y no nos decepciona con absurdos recuerdos de inocencias perdidas, ni amores epistolares, sino que nos obliga a conectar con los olores, fluidos y sabores amargos de una literatura tan hiperrealista que termina pareciendo onírica.
Cuando Juantxu imagina, el lector sueña y al mismo tiempo viaja en vagones de metro, y vuelve a la ciudad y a los cafés de Madrid, mientras lleva una bici entre naranjos. Todo, el sueño, el recuerdo, lo presente, unido en un cónclave que a veces provoca insuficiencia cardíaca, pero que al final se resuelve con fumata blanca. Nosotros podemos seguir reconstruyendo nuestro propio olvido, mientras hemos presenciado el milagro del recuerdo en las páginas de este alentador libro de cantos.
Siempre que estuve frente a Juantxu, estuve ante un contador de cuentos, pero de esos que solo se pueden escuchar alrededor de la medianoche. Él me empujo a escribir, y por eso, publicamos nuestro primer libro. Ahora solo soy el lector del segundo de su puño y letra, y para mí es un acicate para intentar recordar de dónde nacieron todas esas exploraciones sobre nuestros recuerdos.
Almazara, tierra de secano y el Macondo de Juantxu. Los cafés, el segundo hogar. El viaje a estos lugares es la investigación de un crimen sin resolver. Cada relato hace más indescifrable la memoria, pero con la necesidad de un sabueso, queremos saborear más, respirar más, sentir hasta quedarnos sin fuelle. El rastro de estos pequeños olvidos son el antídoto a la muerte propia y la “del otro”.
Si se te oprime el gaznate, si se te reseca la piel, si se mueren los recuerdos, no hay problema, Juantxu anuncia la lluvia, como la llegada de una nueva memoria. La memoria olvidada.
Javier Azcue (coautor del primer libro de Juantxu Bohigues llamado “Henry Miller en el metro”).